El impacto provocado por la pandemia ha supuesto un duro golpe para el tejido empresarial español. A punto de cumplir dos años desde que la COVID-19 llegó a nuestras vidas cambiándolas para siempre y, como consecuencia, transformando también el escenario laboral, la recuperación sigue avanzando a través de tímidos pasos. En este contexto, el nuevo panorama surgido en marzo de 2020 ha provocado igualmente la apertura de una brecha entre las compañías en función de su tamaño, donde las grandes perdedoras vuelven a ser las pymes y microempresas de menos de 50 trabajadores.
Tal y como se extrae de un análisis elaborado por el Banco de España, al observar el comportamiento de las organizaciones pertenecientes a un mismo sector, en el último año, aquellas de menor tamaño han perdido cuota de mercado frente a sus competidores más grandes. En este sentido, los datos indican que las sociedades con menos de 10 empleados venden un 2% menos que en el último trimestre de 2019, en comparación con la facturación media de su sector.
En este punto, cabe destacar que la situación preocupa a los empresarios debido a que se trata de un golpe múltiple. En primer lugar, el impacto de la crisis sanitaria les provocó una pérdida de cuota de ventas en 2020 y, más tarde, en 2021, durante la fase de recuperación, dicha pérdida de cuota también se está produciendo a mayor ritmo.
Ante esta situación, otro de los problemas que destacamos en NR2 Abogados es la importante diferencia existente a la hora de hacer frente a las dificultades económicas que presentan unas y otras compañías. Respecto a aquel momento, la cuenta corriente y la posición financiera de las empresas ha mejorado notablemente en comparación con 2020, cuando estas vieron paralizada su actividad. No obstante, tal y como muestra el informe, dicha pérdida de ingresos no fue compensada con un ahorro de costes, lo que ha implicado tanto un descenso de sus beneficios como un deterioro de la rentabilidad de las sociedades.
Asimismo, el documento también señala que el impacto provocado por la emergencia sanitaria no ha afectado a todos los sectores de la misma manera. La hostelería y la restauración han sido dos de los más perjudicados, sufriendo una importante pérdida de la facturación respecto al periodo anterior al coronavirus. Y, de igual forma, como ya hemos mencionado, el tamaño ha supuesto del mismo modo un retroceso diferente entre unas y otras: las pymes sufrieron un descenso del 10,6% frente al 6,7% que experimentaron las grandes.
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